Emilio Paz - Poemas selectos
Dadme un bolígrafo y seré poeta
Las temáticas que aborda tienen tintes patrióticos,
espirituales, abstracciones sobre la vida del hombre y su responsabilidad para
con su mundo. Además de poeta, adalid que presta su voz a un pueblo con el
grito al borde de la afonía. Pronto anuncia con esa prosa excelsa que bien
domina; los locos conocen más del amor que un cardiólogo del corazón, y vuelan
en el lomo de colibríes plateados cuando la luna se trasviste de noche y sus
lunares tocan la canción que despierta a Calíope de su sueño.
LOS LOCOS
Los locos sueñan y aman,
no saben de límites ni cobardías.
Dibujan sonrisas en el cielo
y esculpen monumentos en el agua.
Los locos saben de aviación
y de convencer a un capitalista
para que vayan a beber
con un comunista.
Los locos conocen de Dios, del diablo.
Saludan a Buda y beben con Mao.
Los locos saben de fe y razón
como saben de tiempo y espacio
como saben de loco y loca.
Los locos vuelan sobre el lomo
de un colibrí plateado.
Beben el néctar de las flores
cuando la luna se viste de noche.
Los locos conocen del amor
más que los médicos del corazón.
Se cogen de la mano para ver el sol
y fríen sus pies con los rayos de calor.
Los locos no saben de partituras
pues sus lunares tocan la canción
con la cual despiertan a Caliope.
Los locos conocen de la regla de Hamurabi
y de los índices de la Inquisición.
Los locos bailan desnudos sobre lava
y comen hormigas de chocolate.
No saben de miedos cuando hay eclipses
y se enroscan entre juncos de mariposas.
Los locos, solamente los locos,
saben besar a la esperanza
cuando esta se va a dormir.
Los locos conocen de la ira de Dios
y de la conversión del diablo.
Saben tocar piano, saxofón y violín,
saben tocar la puerta del templo
cuando piden comida para su perro.
Los locos se casan con el ciprés
y tienen de hijo al opio irlandés.
Los locos no saben de geografía
y para ellos una isla es el continente
de la alegría. Los locos bailan
sobre la corteza de Júpiter
y comen charqui en el balneario
de los Andes. Los locos saben de noviazgo
y se esconden entre los cañaverales.
Los locos están enamorados,
están escribiendo esto
o están leyendo lo que vas leyendo.
Los locos saben de almas y de cuerpos,
los locos saben de amor y riesgos.
Los locos saben desnudar a la fe
en medio de la nada. Los locos, los locos
los locos saben casarse con la felicidad.
MOVIMIENTO GEOMÉTRICO
Para que A se desplace hacia B
hay la opción de seguir la recta, la diagonal o la curva.
La recta permite apreciar el sincretismo religioso: firme,
canónico, sin posibilidad de autonomía-
La diagonal solo cortará el camino así como los peces cortan
el mar.
La curva, en cambio, será como recorrer el muslo carnoso de
aquel cuerpo que se entrega al deseo.
Para que A se desplace hacia B
solo es necesario que A se ponga boca abajo y que B se
acerque, consensuadamente,
para que puedan volverse AB y la ecuación esté completa.
Porque desplazamiento y ecuación son actos posibles
en los actos del coito.
IN MEMORIAN
En memoria del padre callado
de la madre callada
del niño callado
de la noche callada
de la pinta y de la niña
de sus fantasmas
de sus muertos
de sus huesos pulverizados
que alimentan a los peces,
De la mina, de la mita
del trabajo
de la desventura de ser como Dios.
En memoria de los artistas
de las obras
de los sueños
de los libros quemados
de las cenizas esparcidas
de los perros hambrientos
de los gatos sin leche
de la luna sin sol
porque la luna sin sol
es una mejilla rota
agrietada por el tiempo
que va revelando al ser.
Como el idioma
como el credo
como la poesía
que corta almas.
En memoria
del silencio
que sigue hablando
por los muertos que llegan
y ocupan sus lugares
en la interminable lista
de la memoria
de un Dios que no arde.
PUNTUACIONES
Un punto puede ser:
un par de
enamorados
un par de
esposos
un par de
divorciados.
Un punto puede ser:
el final de un
poema
el inicio de
una estrofa.
Un punto puede ser artístico
como la
contemplación
de Dante sobre
el infierno.
Un punto es la pupila que observa,
es el cañón de
una pistola,
es el
canon de los cristianos.
Un punto
podría ser la
génesis
de
una composición
y a la vez
ser la mortalidad que persigue al poeta.
La poesía es un punto
en medio de todas las artes,
en medio de todos los conocimientos.
Platón y Aristóteles
no negarían el poema
cuando el artesano de la palabra
se vuelva en el único que contempla
la Idea primigenia.
El punto
podría ser esa
idea.
Biografía
Emilio Paz (Lima, 1990) Profesor de Filosofía y Religión,
egresado de la Universidad Católica Sedes Sapientiae. Tiene publicados
“Septiembre en el silencio” (Club de lectura poética, 2016), “Laberinto de
versos” (La Tortuga Ecuestre, N°394, 2018) y "La balada de los
desterrados" (Ángeles del Papel Editores, 2019). Posee trabajos publicados
en diversos medios de Perú, México, Chile, España, Venezuela, Estados Unidos, Argentina,
India, Ecuador, Rumanía, Costa Rica, Suecia, Alemania, Italia, Cuba,
Uzbekistán, Bulgaria, Francia; siendo traducido al rumano, francés, italiano,
búlgaro, uzbesko, inglés y tamil. Ha ganado el “Mes de las Letras” (abril,
2017) de la Fundación Marco Antonio Corcuera y el IX Concurso internacional de
poesía y cuento - Perú 2019 organizado por la revista "El Parnaso del
Nuevo Mundo". Ha participado de diversos recitales poéticos, congresos de
filosofía, siendo su línea de investigación la relación entre estética, poesía
y educación. Actualmente dirige el blog “El Edén de la poesía”, la revista
Kametsa y los recitales La voces del colibrí.
Valoración Literaria
Emilio Paz escupe de su dialecto la estulticia propia de los
vencidos. La lectura de sus textos bosqueja en la memoria una oscurecida
patria; tiempos remotos en que los poetas eran reconocidos como héroes y la
poesía más que ardid para mofarse del sinsentido, salvar las magnas hazañas del
olvido, vulgarizar lenguajes y contener sentimentalidades. Aquellos óptimos
siglos pronto cesaron. Ahora prosaicos macbethzuelos de la escritura kitsch abundan
en revistas físicas y digitales.
Sierpe
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