Chavela Bermúdez - Poemas selectos

Peces asfixiados en la playa

 

Un aguacero de graznidos perece como pez asfixiado en la playa; puñados de cometas son arrojados más allá del infinito vacío del silencio para impactar en el espacio, existente, entre cada palabra que Bermúdez escribe. Son las impresiones que irradia su poética. En su elegía, Eros desamorado lamenta haberse entregado a los caprichos del destino. Y el rostro pixelado del idilio recoge sus huellas del asfalto, mientras versa lo que fue o será, y advierte al porvenir que no es tarea sencilla enamorarla, más quien logre tal hazaña; será profeta de su tierra innominada.

RECADO DE DESPEDIDA 

Me quedo con todo el pasado

que escribimos juntos;

con el sonido de tu risa en las mañanas

y con tu forma de tomar mi mano al caminar.

Me quedo con el calor de tus abrazos

y con el recuerdo

de mi reflejo dentro de tu mirada.

 

Es verdad,

me quedo un poco rota también.

 

Me prohíbo volver a las nubes.

Te dejo ir…

por que el amor que te guardo

me exige tu felicidad,

y si abandonarme en el camino

te sienta bien,

entonces ve

y sigue cincelando cruelmente

tu historia después

de este punto final.  

 

Prometo llorarte unas cuantas horas,

sólo para llenar el vacío que me dejas.

Mañana vuelvo a levantarme

y prometo llamar victoria

a mi futuro,

sea cual sea.

 

Cuando todo acabe,

cuando se consuma la llama débil

que aún nos queda,

el idilio habrá terminado

y sólo quedará odiarnos,

pues cuando ahogas

todo en un oscuro vaso,

el nivel del agua sube

y la gota rebasa el borde.

 

Cada herida maquillada

hace eco en los reproches.

La estocada final

te la de quien amas.

 

Las palabras llenas de acidez,

son productos cansados;

triste paralelo entre

lo que hay por apañar

y lo que hago para hundirme más.

NUDOS DE TRISTEZA 

Nuestro amor fue sólo una llamarada,

así como se encendió

se apagó.

No hizo braza

ni dejó ceniza.

 

Fue como una brisa suave

que no supo mover una sola hebra

de mis sentimientos.

 

Fue un tenue soplo que imposibilitó

darle vida al amor.

Fue un manantial que surgió

en un desierto y nunca creó un pozo

o peor, un riachuelo.

 

Fue como el grito

que nunca produjo eco en el horizonte,

que no rebotó en las nubes

y regresó a la garganta

sin formar en ella,

nudos de tristeza

llanto

o dolor.

 

¡Fue tan fácil olvidarte!

No supiste dejar huellas en mi cuerpo

ni mucho menos en mi corazón.

 

No recuerdo el sabor de tus labios.

No recuerdo el sabor de tus besos.

 

Nuestro amor no debió llamarse así,

sino calentura del momento.

TAN SÓLO ELLA. 

Ella tiene la mente

más abierta que las piernas,

si quieres conquistarla,

el secreto es excitar su mente

y follar su alma.

 

Porque su cuerpo es un poema

y sus versos no se muestran

a cualquiera.

Para tenerla

tienes que 

saber leer.

 

Su mente es un campo de ideas

que en su espléndida prosa indiscreta

asoma y muestra su fuerza volcánica

ante el estímulo poderoso

de otra mente abierta.

 

No es tarea fácil enamorarla

mas si lo logras,

ten por seguro,

que te hará sentir

el rey de su tierra.

Biografía

Chavela Bermúdez (Calarcá, Quindío, Colombia).

Romántica empedernida por la naturaleza. Apasionada por el arte. Admiradora de pintores como: Dalí, Van Gogh y Magritte. Le fascina   el jazz, el funk, el blues, pero, sobre todo una sabrosa salsa que le permita romper baldosa.

Cuando escribe, es cuando siente que puede ser ella misma. Plasma sus sentimientos sin cohibirse de nada y entra en un mundo lleno de misterio.

Amante acérrima de César Vallejo, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Alejandra Pizarnik, Meira Delmar, entre otros. Próximamente tendrá el placer de ser publicada en PlumAndina y sería un honor para ella que puedan leerla.

Valoración Literaria 

Existe el deseo por sentir amor a toda costa. Un miedo rotundo a la soledad física. Poemas jóvenes; apasionados, fugases. Aún cuando el sujeto lírico está convencido que el final de su romance, es su propio inicio, ella insiste en alargar esos encuentros. Insiste en que haya más momentos juntos. No tiene miedo de ser y utilizas las palabras. Es una mujer que se vanagloria de serlo y con ello poder gritarle a todos los vientos: estoy rota por ese hombre.

 

El Navegante