Silvia Fiallos - Poemas selectos

 






Reseña


Por.  L'âme bleu

DING DONG: MURMULLOS FEMENINOS

Hay una paradoja elemental en la poesía, así como en la vida, el mismo sol que propicia la vida es sol que quema las flores. Fiallos nos reencuentra con el eterno femenino, que es contemplativo por excelencia. Hay un lindero temático entre las impresiones sutiles y el deseo de transfigurar la naturaleza con la mirada. La mujer que nos descubre enternece. Caso contrario, ¿qué mundo sería ese mundo objetual sin el deseo y la mirada femenina?

 

 

Flor de mis Labios

 

La novia envuelta en cascadas

caminó hacia el altar

la novia olor a jazmines

de cándido paso al andar.

Cubrió sus manos de estrellas

y vestía de cristal

calzó tacos de princesa

su brillo no era casual.

Era la novia más bella

prestó sus alas un ángel,

bordada en rosas y cardos

un corazón de diamante.

Fungía de alianza de oro

las promesas y esperanzas

su cabello azabache

bañaba una tiara de organza.

El ramo que acariciaba

cartuchos y girasoles

lo cubría un listón dorado

de tul, bordado de escarcha.

(Maquillada en sol y arena

ojos gemas, almendrados

labios fuccia, piel morena.)

Envuelta en cascadas de plata

y con un nido en el vientre

agrandado de amor su pecho

la novia, fue camino al altar.

            

                                    S.M.F.M. (SIELA)

 

 

Mujer 




Soy mujer

biografía en universo

soy mujer

no provengo de utopías

no soy Eva

no soy culpa

no es mi cuerpo de cristal

ni soy princesa

la del cuento de hadas...

la que espera un príncipe;

no soy miedo

no soy sexo debil

soy Juana de Arco

Maria Teresa

florezco en el fango

esculpo la piedra

no soy sexo débil

ni ángel caído.

Chaquiñanes camino

yo marco senderos;

soy orígen del amor

soy la cima, amanecer

soy custodia,

vida plena

ave fénix

sin pecado concebida.

            

Despierta halcón dormido

danza gitanilla

suena castañuelas

abre mariposa

tus alas de hierro

en busca de gloria

con pluma de halcón

escribe tu historia !

S.M.F.M.  (8/3/19)

 

 

Creo 

   

Creo en la naturaleza

maravilla de aguas vivas.

       

Creo en el andar del viento

y sus pasos en mi oído 

roza mi piel y se aleja

silbando en su despido.

Creo en el sol abrazador

en la lluvia que cobija   

en el árbol que me llama

y es sombra sobre la espiga.  

Creo en el Ser que no miro  

lo vivo, sé que está en mí

certeza de mi respiro;

el verbo, no el sustantivo.   

Creo en la azul aurora

en el río y su oración

en la tierra, la semilla cantora   

certeza del Padre y Su creación.

         S.M.F.M.  (24/4/12) 

 

 



El campanario.

 

Transeúnte la campana

retumba en la capilla 

golpe seco, de dolores

tiemblo, tirito de frío;

el sol quema las flores.

 

Me dirijo al campanario

terco refugio en sombras

de frías almas hambrientas

solitarias en penumbras

con las piedras sedientas.

 

Quema el sol mi cautiverio

impasible da estocadas

punza, hiere la ausencia

mi infinita pequeñez

en soledad enrejada.

 

Me cobija el campanario

el sol quema mis ojos

necio escupe al pasado

es gavilán de zarpazos,

pretende forzar cerrojos.

 

 

Tiemblo, tirito de Frío

el dolor se hace carne

teje mi piel amarga,

sangra el sudor longevo

mientras descubro la tarde;

 

enmudecen mis oídos

hacen que el alma duela

tiembla un pájaro en su nido

tiene alas… vuela.

                        S.M.F.M.  (19/7/19)

 

 

Sobre la autora

 

‘’El Eco del Alma es el sol en poesia”

Silvia Marcela Fiallos Machado, nace un 10 de noviembre de 1956. Hija de Luis Alfredo Fiallos Coello y Maria Teresa Machado Fiallos. 

Es aficionada al diseno, dibujo y reposteria.

Escribe de vez en cuando; agradecida con Dios, El Uiverso por prodigarle una vida de salud, luz y un entorno familiar ampliamente amoroso.

 

 

Valoración Literaria

 

Creo en el ser que no miro

Con un lenguaje refinado, la autora compone sus poemas. La voz es la de una novia, nos cuenta de atardeceres, olores señoriales. Esta es una poesía de fragancias a jazmines, las flores testigos de un deseo no anunciado. En las alcobas se respira un aire tierno. Un halito femenino recorre estos versos, señorial: no es mi cuerpo de cristal. La mujer guerrera, la santa confluyen en un mismo texto, en más de una ocasión es la misma persona. Juana de Arco, María Teresa, soy custodia / vida plena. Las yemas de los dedos de un hombre, rozan la piel deseada y la abandonan. La imposibilidad es lo que le estimula a esta poeta. Creo en el ser que no miro, con esta sentencia la Fiallo resume su arte-poético.   

El Navegante           

 

 


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